Para entender el riesgo en las inversiones utilicemos la analogía de subir una montaña, en donde la cumbre representa la obtención de un determinado rendimiento patrimonial. Podemos acceder por los senderos en forma “segura”, con la posibilidad de nunca tocar la meta o tardar demasiado. Estaríamos hablando de optar por depósitos bancarios o adquisición de papel gubernamental de corto plazo.
La otra, es escalar y alcanzar rápido la cumbre, pero con el riesgo de caer y morir en el intento. Aquí se puede mencionar la compra de títulos accionarios (mis finanzas mayo 13).
Por supuesto, siguiendo la analogía, si vamos preparados, la posibilidad de tropezar es menor. Por eso insisto en conocer a qué nos metemos y destinar un recurso que no provoque un colapso total en nuestras finanzas.
Al igual que en un ascenso a una montaña, existen factores que intervienen en la decisión de inversión, como la solvencia, la edad, la pericia, la actitud para enfrentar el miedo, etc. Por eso, es imposible concebir una única resolución para todos; cada uno debe escoger en donde se sienta capaz de aguantar el paso.
Consideremos también que el tiempo juega un rol fundamental. ¿Qué tan rápido queremos llegar a la cumbre?, porque en el terreno de las inversiones hay opciones con un alto grado de rentabilidad si se vislumbran a largo plazo, como sería la compra de bienes raíces que se verá reflejado hasta dentro de varios años.
En la era del covid-19 las bases económicas nos dicen que se podrían identificar alternativas con precios bajos por la recesión. En contrapartida, se perderá liquidez y con dificultad se venderá a un buen valor pronto. Si posees capital y estás dispuesto a esperar es digno de tomarse en cuenta.
Aunque moleste a algunos, no sugiero la adquisición de Bitcoins. Carecen de una lógica financiera para pronosticar su comportamiento. Es altamente inestable y se presta a la especulación. En diciembre de 2017 se situaba en los 13 mil 800 dólares e iniciando el 2019 se desplomó 75 por ciento.
Para mediados de año ya había recuperado parte de la caída con una ganancia respecto a su punto mínimo por arriba del 200 por ciento. Empero, en la era de coronavirus se encuentra por abajo 6 por ciento.
En relación con el oro, que en épocas de turbulencia mundial es un refugio para los inversionistas, ha mostrado volatilidad. En el mercado de futuros se tiene a mediados de mayo una cotización 12 por ciento superior a la de principios de año. Sin embargo, si la valoración la hubiésemos hecho el 20 de marzo, tendríamos una pérdida de 2.9 por ciento.
Cuando hablamos de inversiones de riesgo es recomendable construir un portafolio para diversificar, además de tener claro cuánto se puede soportar el estrés por ver las cotizaciones cambiar de la noche a la mañana.
¿Qué tanto riesgo estás dispuesto a correr en tus inversiones en este momento? Coméntame en Instagram: @atovar.castro
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