¿Has notado que hay menos niños? con estadísticas del Banco Mundial, en México los nacidos vivos por cada mil personas, pasó de 45 en 1960 a 17 en el 2019; en Estados unidos se ubica actualmente en 11, mientras en España es de 7.6 y en Japón apenas está en 7. Es un hecho, las parejas jóvenes tienden a retrasar la concepción y, en algunos casos, cancelan esa posibilidad.
1.- En un inicio la caída de la natalidad se debió a una estrategia de control llevada a cabo por el gobierno para concientizar a la población de que “la familia pequeña vive mejor”.
En una sociedad agrícola, el número de hij@s significaba fuerza laboral, en el entendido de que todos trabajaban para mantenerse como familia. Hoy es dependencia financiera e implica contar con los recursos para proveerlos, sabiendo que el gasto se elevará al pasan los años, en términos de alimentación, ropa, educación y diversión.
2.- Las nuevas generaciones han dejado la cultura y costumbres locales de “los hijos que Dios nos de” para entrar a un mundo global, moderno, de familias pequeñas o sin hijos. Esto les permite movilidad, habitar en espacios reducidos y acumular un mayor capital para disfrutar.
3.- Los objetivos se encuentran desfasados al compararlos con las generaciones previas; si los abuelos se casaban en sus veintes, los padres a los treinta, ahora está migrando a cerca de los cuarenta. Con esto, el tiempo de fertilidad disminuye, además de que cronológicamente ya no da la energía para seguir teniendo familia.
A lo anterior, se agrega el desplome de los matrimonios formales y la elevación de divorcio que podrían estar siendo disuasivos para aumentar el número de hijos.
4.- También influye la relación con el entorno; se dice con frecuencia: “¿para qué voy a traer hijos a un mundo, con calentamiento global, pandemias, guerras y crisis económicas?” El razonamiento se ve a primera vista negativo, pero debemos comprender que a las nuevas generaciones les ha tocado vivir todo esto.
Los motivos para reflexionar el tema son variados. Desde una perspectiva individualista tiene que ver con la disyuntiva de llevar unas finanzas personales menos apretadas, pero con la contra de una vejez sin tanto apoyo anímico y de dinero.
Bajo un enfoque social, vemos en Europa pueblos con muy pocos habitantes, al grado de estar dispuestos a pagar a quienes se muden a ese sitio por un tiempo mínimo. Hacen ahora un proceso inverso al control de la natalidad y dan estímulos para que tengan hijos. Por ejemplo, en varios municipios finlandeses han introducido también los "bonos bebé", que van desde los 200 hasta los 11 mil dólares.
Otro aspecto, son los mercados, en donde irán siendo cada vez más rentables los productos y servicios dedicados a las personas mayores, ante el envejecimiento de la población. En tanto, otros se desplomarán por falta de demanda.
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