top of page
Foto del escritorAlberto Tovar

Deja de postergar, ¡tu bolsillo te lo agradecerá!


Un buen propósito para el 2025 es evitar postergar decisiones financieras, ya que la procrastinación es un enemigo silencioso para tu patrimonio. Dejar todo para después impacta hoy y a futuro, creando problemas económicos. Desde cubrir deudas hasta la planificación del retiro, la inacción deriva en costos ocultos y estrés considerable.

Según un estudio de la Asociación Americana de Psicología, el 72% de los adultos experimenta estrés relacionado con las finanzas, lo cual desencadena desequilibrios físicos y emocionales. La procrastinación le pega al bolsillo y a la calidad de vida.

Uno de los ejemplos más claros de las consecuencias de aplazar decisiones es el endeudamiento excesivo. Por ejemplo, cuando alguien pospone la liquidación total de su tarjeta y sólo cubre los mínimos, los intereses se acumulan con rapidez, aumentando el monto y complicando su manejo.

Adoptar el lema "mañana me preocuparé", fomenta la posibilidad del impago, surgen las penalidades con cargos moratorios y con el señalamiento en el buró de crédito, afectando el historial crediticio. Esto dificulta el acceso a futuros financiamientos y limita oportunidades para adquirir bienes a largo plazo, como un departamento o un vehículo.

Otro efecto común de aplazar decisiones es la falta de atención a la jubilación que tarde o temprano llegará. Posponer la creación de un fondo de retiro suele justificarse pensando que "aún hay tiempo", pero los años pasan rápido y el ahorro constante, aunque sea en pequeñas cantidades, marca una diferencia enorme. Si no tomamos medidas ahora, esa procrastinación resultará en pensiones insuficientes e inestabilidad en la vejez.

Romper este ciclo comienza con una buena educación financiera. Muchas personas no actúan porque desconocen cómo empezar. Fomentar el aprendizaje empodera para tomar decisiones informadas y óptimas. Además, dividir grandes metas en tareas menores y manejables facilita la acción y reduce la sensación de agobio. Por ejemplo, el establecer un plan para saldar deudas permite generar progresos tangibles y aumentar la motivación.

Automatizar pagos y ahorros recurrentes mediante herramientas de instituciones financieras ayuda a cumplir objetivos sin depender de la fuerza de voluntad o la memoria.

Superar el “mañana lo hago” requiere cambios constantes y aunque sea a pasos pequeños, el avance resolutivo conduce a un mayor bienestar.

¿Qué tanto retrasas tus decisiones financieras? Coméntame en redes sociales como LinkedIn, Instagram, o X y sígueme en el podcast “Dinero y Felicidad”, en Spotify, Apple Podcast, entre otros

0 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page