Hace ya tiempo se acuñó la frase "a la velocidad de Internet", y se han generado múltiples estrategias para dar rapidez a la implementación de ideas en los negocios, así como para elevar la productividad, utilizando el tiempo de manera exhaustiva. Por eso parece un contrasentido la propuesta que plantea Cal Newport en su libro Slow Productivity: The Lost Art of Accomplishment Without Burnout.
Ofrece una visión refrescante de cómo afrontar el trabajo. La premisa central de Newport es simple y poderosa: en lugar de acelerar para hacer más, deberíamos hacer menos, pero con mayor calidad y sostenibilidad. Este enfoque a largo plazo evita el agotamiento y permite crear trabajos de los que podemos estar orgullosos.
El autor introduce el concepto de pseudo-productividad, refiriéndose al uso de la actividad visible como un proxy para el esfuerzo productivo real. Argumenta que esta perspectiva lleva al cansancio y a la distracción, priorizando la cantidad sobre la eficacia.
Así como el “Slow Food” promueve el consumo de alimentos de manera deliberada y con placer, un manejo pausado en el trabajo puede ser igualmente beneficioso. Este movimiento va más allá de una nostalgia por el pasado, representa una respuesta innovadora a los excesos de la modernidad.
La propuesta se centra en tres principios fundamentales:
1.- Hacer menos cosas es el primero y quizás el más crucial. La sobrecarga es una de las principales causas del agotamiento. Al concentrarse en pocas tareas relevantes, podemos mejorar la calidad de nuestro trabajo. Esto, además de elevar la satisfacción personal, aumenta la efectividad profesional a largo plazo.
2.- Laborar a un ritmo natural, desafiando la noción de que siempre debemos estar ocupados y disponibles. Cada uno tiene un ritmo natural que, si se respeta, puede conducir a un rendimiento óptimo. Lo anterior, se logra integrando descansos regulares y períodos de reflexión en la jornada, permitiendo al cerebro procesar y generar buenas ideas.
3.- Obsesionarse con la calidad nos insta a enfocarnos en la excelencia en lugar de la cantidad. Producir trabajo de alto nivel es muy satisfactorio y tiene un impacto duradero, lo cual requiere dedicar tiempo a cada tarea y no apresurarse para cumplir con cuotas arbitrarias.
Para implementar estos principios, Newport ofrece varias recomendaciones prácticas, como priorizar las tareas. Esto significa aprender a rechazar proyectos y compromisos desalineados con los objetivos a largo plazo. implica identificar y respetar nuestro propio ritmo, evitando la presión de trabajar a la velocidad impuesta por otros o por la tecnología. Por último, debemos destinar tiempo suficiente a cada tarea importante, asegurándonos de que el resultado final sea algo de lo que podamos estar orgullosos.
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