El triunfo contundente de Morena, que consolida a Claudia Sheinbaum como la próxima presidenta de México, sin contrapeso legislativo, ha generado preocupación en diversos sectores sobre el futuro. Las voces opositoras han infundido miedo, comparando la posible evolución del país con la de Venezuela o Cuba.
En este contexto de polarización, es vital que cada individuo forme sus propias expectativas y esté atento a ciertas señales económicas que puedan guiar la toma de decisiones patrimoniales. En este espacio, presento los elementos claves que debemos seguir de cerca.
1.- Uno de los principales signos es la disciplina fiscal. Se requiere un presupuesto balanceado o con déficit controlado y evitar gastos excesivos para demostrar responsabilidad y reducir el riesgo de crisis financiera.
2.- El control de la inflación es esencial para proteger el poder adquisitivo de la población. Para ello, es fundamental una estrategia monetaria que vigile el aumento de los precios y se sostenga la autonomía del banco central para que actúe de manera técnica y no política.
3.- La no intervención en los mercados es una señal de un gobierno responsable. Respetar la libertad y dejar que la oferta y la demanda determinen los precios, promoviendo una competencia justa.
4.- Es importante la promoción del crecimiento, fomentando la inversión privada, tanto nacional como extranjera, y que el Estado invierta en infraestructura para elevar la competitividad.
5.- Honrar y cumplir con los tratados y acuerdos internacionales proporciona estabilidad y previsibilidad para los socios comerciales y los inversionistas. La observancia a estos compromisos es un indicador de la seriedad y fiabilidad del país en el ámbito global.
6.- El respeto a la propiedad privada es otro factor crucial. Garantizar la seguridad jurídica y asegurar que las leyes y regulaciones se apliquen de manera justa genera tranquilidad entre los inversores nacionales y extranjeros. Evitar expropiaciones arbitrarias para no enviar el mensaje de un gobierno totalitario.
7.- La transparencia y la rendición de cuentas son sustanciales para ganar y conservar la confianza de los ciudadanos. Proveer acceso a la información sobre las decisiones económicas y fiscales del sector público es una práctica básica para combatir la corrupción y avanzar hacia una administración efectiva.
Es imprescindible mantener bajo lupa todos estos aspectos y en la medida en que cualquiera de ellos se desvíe de lo razonable, los mercados inevitablemente reaccionarán. También es una señal para tomar las previsiones necesarias en el terreno del patrimonio familiar y manejo de las finanzas personales.
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