La democratización de la inversión, facilitada por el acceso al trading, ha permitido que cualquier persona pueda operar con pequeñas cantidades de dinero. Este fenómeno ha sido impulsado aún más por el auge de las criptomonedas, que han generado una gran demanda debido a la expectativa de ganancias rápidas.
Para muchos, invertir se ha convertido en una especie de juego que genera endorfinas, aunque no necesariamente asegure ganancias para siempre. Manejar el patrimonio de manera conservadora puede parecer aburrido, pero a largo plazo, según los expertos, proporciona rendimientos comparables.
Daniel Kahneman, premio Nobel de Economía, menciona en su libro "Pensar rápido, pensar despacio" que, a largo plazo, los rendimientos promedio de las inversiones de alto riesgo no superan significativamente las de bajo riesgo ya que los resultados extremos tienden a equilibrarse entre sí.
Por su parte, Jason Zweig en su libro "Tu dinero y tu cerebro" afirma que cuanto más se busque maximizar a través de la asunción de riesgos, más probable es experimentar pérdidas, anulando las ganancias. Por lo tanto, conservadores y agresivos a menudo terminan obteniendo tasas similares en lapsos prolongados.
A continuación, te describo algunos aspectos relevantes para crear una estrategia efectiva y saludable que se desprende de un reportaje del New York Times entre asesores financieros con un enfoque equilibrado:
1.- La inversión debe ser vista como un medio para alcanzar objetivos personales y significativos. Lo fundamental es definir y llegar a las metas de vida, ya que esto proporciona una mayor satisfacción y sentido de propósito en la gestión financiera. Reflexionar sobre las aspiraciones, necesidades familiares y sueños es esencial para una planificación efectiva.
2.- Optar por una estrategia pasiva, como invertir en fondos indexados que siguen un amplio segmento del mercado, puede ser beneficioso a largo plazo. Este enfoque tiende a ser menos volátil y puede ofrecer rendimientos más estables con el tiempo.
3.- La especulación y la negociación frecuente pueden ser tentadoras, pero no siempre son provechosas. Un perfil prudente evita centrarse demasiado en la volatilidad, y son preferibles estrategias de inversión más estables y a largo plazo.
4.- Se requiere fuerza y disciplina para ignorar el ruido del mercado y mantenerse enfocado en los objetivos. Esto implica no dejarse llevar por las tendencias o las especulaciones.
Aunque un comportamiento conservador parece aburrido, es precisamente esta constancia y prudencia lo que lleva a resultados positivos a lo largo del tiempo.
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