Cuando uno se siente atrapado en un dilema laboral o empresarial, es precisamente en esos momentos cuando es crucial contar con un aliado, un guía, alguien que te asista en la búsqueda de alternativas. Si bien existe la opción de contratar un coach para este propósito, también está el mentor, capaz de aportar una perspectiva adicional y a menudo complementaria. Lo interesante es que, este último, quizá esté más próximo de lo que imaginas.
Es importante distinguir las funciones de un mentor y un coach. Aunque es posible la confusión, cada uno desempeña un papel diferente y esencial en el crecimiento y desarrollo profesional.
La mentoría es una relación de apoyo en la que una persona con más conocimiento en un campo específico aconseja y dirige a otra menos experimentada. Suelen aparecer de forma natural en nuestra vida: pueden ser los padres, jefes, maestros o amigos. No tienen que pertenecer a la misma área o sector; lo relevante son sus vivencias, la sabiduría y una perspectiva susceptible de ser compartida.
El vínculo con un mentor es de largo plazo y se fundamenta en la confianza. Es una fuente de inspiración y motivación, alguien que ha recorrido una senda similar a la nuestra y está dispuesto a transmitir sus ideas. Además de brindar consejo, asisten en el desarrollo de habilidades y aportan retroalimentación constructiva.
Por su parte, un coach ejecutivo es un profesional capacitado que utiliza técnicas y herramientas para ayudar en el logro de metas. A diferencia de un mentor, no es indispensable poseer experiencia en el campo de trabajo del individuo, ni dan consejos basados en su situación personal, sino que facilitan la reflexión para que el cliente descubra sus propias soluciones y estrategias.
El coaching ejecutivo es un proceso más estructurado. Involucra una evaluación inicial, la definición de objetivos, la creación de un plan y revisiones regulares.
Entonces, ¿qué es preferible? La respuesta depende de tus necesidades. Si buscas orientación con experiencia y conocimiento en un área específica, un mentor sería el indicado. Si requieres refuerzo para identificar tus metas, establecer un plan y mantener la responsabilidad de tus acciones, un coach ejecutivo sería la opción para considerar. Sin embargo, la combinación de ambos puede resultar beneficiosa.
Cualquiera que elijas, recuerda que la verdadera clave del éxito radica en tu voluntad de aprender, crecer y esforzarte por ser mejor. La asistencia y guía de otros solo serán útiles si estás dispuesto a tomar las riendas y trabajar por tus sueños.
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