Según lo esperado, la semana pasada el Banco de México bajó la tasa de referencia; esta vez fue en medio punto, situándose en 4.5 por ciento, después de que hace un año alcanzó un máximo de 8.25 por ciento. ¿Qué significa para las finanzas personales?
1.- Una primera conclusión sobre la perspectiva futura es que las tasas de interés estarían tocando en el corto plazo su piso y es de esperarse que se mantengan en los niveles actuales.
El rally bajista pudo sostenerse porque la inflación anual había llegado en abril a 2.15 por ciento, cuando la meta es de establecerla entre 3 y 4 por ciento. Sin embargo, a partir de esa fecha empezó a elevarse hasta 3.62 por ciento en julio; por lo cual, ya no se justifica nuevas reducciones en los réditos.
2.- En teoría, el menor costo del crédito ayudaría a reactivar la economía; empero, es difícil que esto se de, pues en estos momentos el principal impacto es la parálisis provocada por la pandemia y la drástica caída del consumo público y privado.
El apalancamiento barato podría ser útil saliendo de las restricciones impuestas, para que las empresas pequeñas y medianas puedan retomar su actividad, siempre y cuando accedan a las fuentes de financiamiento que históricamente les ha sido negado por carecer de las garantías solicitadas.
3.- En el terreno de las finanzas, pensar en aprovecharlo resulta riesgoso. Tengamos cuidado, porque el diferencial sigue siendo muy alto. Revisa tu estado de cuenta de la tarjeta y verifica que tasa te están cargando y te percatarás de que rondará el 35 por ciento, si bien te va. El crédito al consumo es demasiado caro, por lo cual evítalo a toda costa.
4.- Es tentador para la adquisición de una vivienda o un auto. En ese caso, se prudente en términos de tu capacidad de pago y la vulnerabilidad laboral que puedas tener; es un compromiso a un buen número de años.
5.- Es justificable como ingeniería financiera si hipotecas una propiedad para cambiar deuda de corto plazo con tasas altas a una de largo plazo con tasas bajas. Habría que ponderar los costos de esta operación para definir la viabilidad.
6.- Por desgracia, lo ahorradores son los grandes perdedores. El desplome de los réditos lleva consigo un menor rendimiento y el riesgo es el no cubrir el alza de los precios. Por esa razón, es crucial buscar las mejores opciones en el sistema bancario para proteger el poder de compra.
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