Apple dio a conocer que esté verano lanzará en Estados Unidos su propia tarjeta de crédito soportada por Goldman Sachs y Mastercard. La pregunta es si provocará una revolución en el sector financiero y en particular en la administración personal.
El cuestionamiento tiene sentido; dicha compañía se distinguió en el pasado por ser tan disruptiva que de tener un enfoque hacia la computación pudo penetrar en la telefonía, la música y el entretenimiento, colocándose como uno de los principales jugadores en estos mercados. ¿sucederá igual con los bancos?
Aunque tardará para entrar a México, podría presentar ventajas; simplemente dejar de cobrar anualidad sería una gran facilidad para generalizarla entre los poseedores de un iPhone.
El sistema de recompensas es más sencillo, porque no se acumularían puntos, para luego ser convertibles en pesos, premios en especie o monederos electrónicos de efectivo. Es práctico, cada compra otorga 1% si lo adquieres con la tarjeta física; 2% si es a través del Apple Wallet y 3% si se hace en la tienda de la mencionada marca.
La tasa de interés está planteada para Estados Unidos, pero si siguen la misma lógica aplicaría en nuestro país abajo del nivel promedio de las tarjetas, de tal manera que sería muy competitiva.
Un atractivo especial de esta opción es el de estar ligada a un administración adecuada de los recursos, pues será posible referenciar en qué se gasta con unos cuantos clics.
Tendrías una forma de saber el monto de los intereses dependiendo cuándo pagas el saldo y eso permitiría valorar la decisión de endeudarte.
Si nos percatamos, hay características similares a otras tarjetas y a servicios ofrecidos por aplicaciones de terceros. La aportación de Apple es englobar todo en un solo concepto y que para los jóvenes les parezca “cool”.
Una condición difícil de mantener en México sería la de eliminar la penalización por la mora de pago. Sería un alivio para muchos, con todo y que se generaría un mayor interés y se suspendería el “Daily Cash”.
Por el momento no está contemplado la disposición de efectivo a través de un cajero, lo cual la pone en desventaja.
Los bancos se alejan de los jóvenes y pueden captar una masa crítica de los nuevos clientes que están más ligados a la tecnología que a el sistema financiero.
Habrá de esperar la eventual entrada en México para analizar los puntos específicos. Podría colocarse como una tarjeta complementaria importante, mientras tenga mayor aceptación en establecimientos y se vayan comprendiendo su funcionamiento.
Este tipo de alternativas está forzando al sistema bancario a acelerar el ritmo, si quieren evitar que les coman el mandado y eso apoya a nuestras finanzas.
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