Una buena parte de la toma de decisiones se encuentra en torno a la inversión y al endeudamiento; para ambos casos las tasas de interés juegan un papel crucial y es fundamental comprender su naturaleza; aspecto trascendente en este momento de turbulencia financiera.
Desde una perspectiva económica, las tasas de interés representan el costo del dinero, entendiendo a este último como lo que las personas requieren para adquirir bienes y servicios.
Es el costo alternativo de tener dinero líquido, disponible para hacer transacciones, porque ese recurso podría estar destinado a un activo financiero y dar un rendimiento. En ese caso, la tasa de referencia es la que otorgan los Certificados de la Tesorería de la Federación a 28 días.
Los Cetes son instrumentos de bajo riesgo y por eso el sistema bancario suele ofrecer ganancias menores a ese nivel, sobre todo en depósitos a plazos cortos; incluso, se observan premios anuales que no alcanzas a cubrir la inflación.
Esta simple referencia es un punto básico en la toma de decisiones, ya que las opciones financieras por encima de Cetes significa un mayor riesgo o una cobertura baja de servicios, si se trata de un instrumento bancario.
Por ejemplo, una sociedad de inversión que de un premio superior, es porque con seguridad tiene dentro de su portafolio acciones o instrumentos de deuda empresarial. Esta podría ser una buena alternativa, siempre y cuando seamos conscientes del riesgo incurrido.
La tasa de interés también es el costo de no tener dinero, pues implica el endeudarse para adquirir bienes y servicios. Se está prefiriendo el consumo presente, en sacrificio de los gastos futuros.
Es algo que pocos se dan cuenta cuando deciden endeudarse y es importante visualizarlo como una forma de desahorro, al reducir la capacidad de separar una parte del ingreso para ese concepto.
La referencia para el endeudamiento, por lo regular, es la tasa de interés interbancaria de equilibrio (TIIE), que suele estar ligeramente arriba de los Cetes.
En este contexto, las tasas para créditos dependerán en buena medida de las garantías que respalden su otorgamiento. Por eso, un préstamo hipotecario tiende a tener un menor costo a uno de consumo, que son los más onerosos.
Es por eso que la información sobre las tasas de interés es tan relevante para nuestras finanzas personales y debemos de estar atentos a su evolución.
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