Si no te molesta escuchar o ver anuncios a cada momento, para dejar de pagar las suscripciones digitales, te felicito por tu aguante y constancia financiera; sin embargo, las compañías han tratado de fastidiarnos de tal manera que es difícil evitarlo. Además, la pandemia nos elevó la necesidad de los servicios en línea, incrementando la proporción de dinero destinado a esas opciones.
Si antes era un “gasto hormiga” dentro del presupuesto personal, ahora debería ser manejado como un rubro relevante cuando la inflación está mermando la capacidad de compra.
El modelo de negocio cambió y en lugar de venderte una aplicación, te ofrecen suscripciones y las dan a prueba por un tiempo determinado; el problema es que se te olvida cancelar y la sigues pagando, aunque no la uses lo suficiente para justificarlo. En ocasiones, los “costos unitarios” son tan bajos que le restas importancia, pero al agregar todo el monto es alto.
Por ejemplo, revisa si en la aplicación que te da el servicio de enviarte algo por mensajería pagas un mayor precio por el producto, adicional a la cuota del envío y hasta propina. Si lo haces con frecuencia y lo sumas, las cantidades pueden ser significativas.
Incluso, se llegan a tener suscripciones redundantes, como es el caso de la transmisión de series de televisión y películas en streaming; las posibilidades son tantas que no se alcanzan a utilizar.
En un reportaje del Wall Street Journal mencionan, con base en un estudio de la consultora digital West Monroe Partners, que los consumidores estadounidenses pasaron de pagar 237 dólares en 2018 a 273 dólares en 2021; sin embargo, la mayoría pensaban que estaban gastando menos. Es decir, perdieron sensibilidad sobre los montos.
El tema, es que luego hay quejas de ingreso insuficiente para darte el “lujo” de salir a comer fuera, tomar vacaciones o simplemente comprar un artículo que deseas. Es irónico, porque por otro lado podrías estar desperdiciando el recurso.
La forma de evitar caer en dicha situación es cuantificarlo; así que ve haciendo una lista de esos pagos a lo largo de un mes y revisa el estado de cuenta de tus tarjetas pues lo usual es autorizar cargos automáticos recurrentes.
No es necesario cortarlo por completo, sino estar conscientes de hacia donde va el dinero y, sobre de ello, decidir si te conviene modificar tu patrón de gasto.
¿Qué tanto usas los servicios digitales? Coméntame en Instagram @atovar.castro
Twitter: @albertotovarc
Comments